Cómo llegar?

Ubicado en la Ciudad de Necochea, Argentina.
Se llega siguiendo la avenida 98 hasta el km.15 del camino al Balneario "Los Angeles"
2262 62 0335

Contamos con caballos adiestrados para la enseña

Concepto de "oportunidad"


¿Cuándo podemos decir que somos oportunos?

En general, es en el momento en que practicamos un estímulo al caballo y este lo relaciona con lo que está haciendo en ese momento. Es el lapso que transcurre sin que el caballo pierda la capacidad de establecer una relación de causa-efecto y que para fines prácticos podemos considerarlo en dos segundos. 

Pero hay dos factores que contribuyen a que el estímulo caiga fuera de dicha capacidad:

1.- La concentración.

2.- La interferencia de otra acción posterior a la que queremos reforzar o corregir.

La concentración es simplemente la pérdida de atención que le impide establecer la conexión.

La interferencia es una acción que el caballo realiza posterior a la que queremos reforzar o corregir, de tal manera que cuando viene el estímulo el caballo lo relaciona con esta última y no con la anterior. 

En los dos casos, el papel más importante lo juega el tiempo que transcurre entre la acción y el estímulo, por eso, mientras más inmediato se presente, mayor utilidad tiene y el proceso de comprensión y aprendizaje será más alto. 

De tal manera que no sólo puede o no haber aprendizaje derivado de la experiencia, sino que este puede variar en cuanto a su calidad, es decir, puede ser una muy buena experiencia que no deja dudas o solamente una experiencia útil que produce un aprendizaje que adolece de claridad y que requiere de otras repeticiones para confirmarse. Esta eficacia depende de la fortaleza de la relación causa-efecto y esta, en gran medida depende de la oportunidad.

Puede ser algo muy claro o ser ambiguo y dejar lagunas en la comprensión de quien lo recibe.

Y ya que podemos estar cayendo en confusión, hay que considerar que la suspensión de un estímulo aversivo o desagradable es el mejor estímulo reforzador. 

Ahora bien ¿cuál es el mejor momento para presentar el estímulo? Para analizarlo estos son los momentos posibles:

1.- cuando el caballo tiene la idea de hacer algo (intencionalidad) .

2.- cuando el caballo inicia la puesta en práctica de la acción.

3.- durante la ejecución de la acción.

4.- inmediatamente cuando la acción ha terminado.

5.- cuando la acción ha terminado pero no ha iniciado otra.

6.- cuando el caballo ha dejado de pensar en esa acción y/o ha iniciado otra.

De pronto podríamos pensar que el mejor momento sería cuando la acción está en estado de pensamiento, sin embargo no siempre es así. Es verdad y es útil sobre todo con caballos que tienen una idea negativa hacia nosotros, como sería morder, patear, atropellar o manotear. En estos casos es correcto y posible inhibir la intencionalidad en este momento. De hecho, es oportuno un manotazo a tiempo en la boca ante la menor sospecha de que intentará mordernos. De cualquier forma, en la mayoría de los casos no se
requiere un manotazo demasiado fuerte que pudiera rompernos la mano, sino sólo que el caballo se entere que nos estamos dando cuenta de sus intenciones. Si lo hacemos así, aún cuando nos equivoquemos en nuestro diagnóstico, ese tortazo no le causará al caballo un trauma que no se pueda posteriormente eliminar con facilidad pidiéndole disculpas, y sí a cambio estaremos cortando una posible acción peligrosa en el momento de su nacimiento. 

Pero no siempre es así, hay que pensar en qué pasa cuando no se trata de evitar una acción negativa, sino de reforzar una acción que queremos que el caballo aprenda y relacione con el estímulo desencadenante (presión), con la finalidad de que la repita cada vez que se presente el estímulo desencadenante. Recuerden que la manera en que el caballo aprende este tipo de acciones es cuando lo sometemos a presión mediante una secuencia de señales y él, generalmente sin reflexionar, es decir, sin que haya intencionalidad, hace lo que esperamos de él. Simplemente hace cosas en espera de que alguna de ellas cancele la presión.

No estamos hablando de otra cosa que del proceso de Aprendizaje Sensorial Complejo, también conocido como Aprendizaje Cognitivo o Aprendizaje por discriminación. 

Este proceso requiere que el caballo perciba algo (la señal o estímulo aversivo); que haga algo (respuesta); que quiera algo (suspensión de la señal o estímulo aversivo); y que reciba algo (suspensión de la señal o estímulo aversivo) 

Y el proceso discurre por estas fases:

1.- sometimiento a la presión mediante estímulos aversivos (desagradables, que el caballo quiere evitar).

2.- fase de acciones variadas de forma irreflexiva. 

3.- fase de prueba (ensayo y error), cuando percibe que alguna acción suspende la presión. 

4.- fase de comprobación (cuando se asegura que acción suspende la presión) 

5.- fase de ejecución (el condicionamiento operante ha concluido y siempre obtendremos la respuesta ante la manifestación más sutil y suave).

La serie de fases se explican de esta forma:

Ante la presión (fase 1) el caballo inicia una secuencia de acciones sin tener claro en la mente cuál de ellas es la que suspenderá la presión y por lo tanto, aún no tiene la idea de lo que queremos (fase 2, de ensayo y error). Generalmente comienza pos apartarse del estímulo desagradable. A diferencia del proceso correctivo, en este caso la suspensión de la presión debe hacerse justo cuando el caballo está ejecutando la acción que queremos pues no tiene una idea clara de ella. 

A esta fase le sigue la fase de “prueba”, en la que el caballo sospecha que determinada acción canceló la presión y ahora sí, con una vaga idea de lo que debe hacer, repite esa acción pero aún se encuentra en la fase de “prueba”. Es posible que realice otras acciones que deben ser ignoradas por el manejador/jinete sin suspender la presión, para hacerlo justo cuando está ejecutando la que se quiere.

La siguiente fase, que se alcanza en el o los siguientes eventos (repeticiones) , es la de “comprobación” y es la que realmente refuerza el
aprendizaje dando certeza a la acción. Esta fase es la que proporciona al caballo tranquilidad y relajamiento y yo diría que hasta satisfacción y felicidad, pues significa haber encontrado solución a la presión. Es más, me atrevería a afirmar que en muchos casos le provoca orgullo. El caballo ahora sabe emitir la respuesta gracias al condicionamiento al que fue sometido.

La presión pues, debe suspenderse justamente cuando el caballo ejecuta la acción correcta y este concepto es válido siempre, o sea que cada vez que el caballo haga lo que queremos, debemos cancelar la secuencia de estímulos, no importa que no se encuentre en el proceso de aprendizaje, que ya sepa perfectamente lo que queremos y que tenga años haciéndolo. 

Toda acción que no se vea retribuida con la eliminación del estímulo tenderá a ser eliminada por el caballo, pues siempre considerará que esa acción no lo conduce a la retribución y por lo tanto no es la correcta. Y lo contrario ocurre también: si suspendemos un estímulo cuando no tenemos la acción esperada, el caballo pensará que es la respuesta correcta y la repetirá cada vez que se presente el estímulo. Los caballos consideran que la presión está relacionada con lo incorrecto y la suspensión de dicha presión con locorrecto. 

¿Complicado? Para el caballo no, lo tiene más claro que el agua. 

Para tener en cuenta: todo el proceso le toma al caballo normal tres repeticiones del evento, cinco a los de lento aprendizaje y uno a los más listos.